voluntad-incesante

Querido destinatario, malas noticias para variar.
Ayer fui al veterinario con Azul. Aparte de lo obvio como su desnutrición y falta de vacunas nos informaron de algo mucho más peligroso. Azul tiene displasia de cadera; es decir, su cadera no está en el lugar que debe estar y para ello necesita ser operada después de recuperar un poco de peso. Y esto me dejó contemplando muchas cosas; ¿por qué? porque yo tuve la misma condición cuando era pequeña. Parece increíble que pueda tener tanto en común con un pequeño animal. En ese entonces mi mamá fue quien me sacó adelante buscando a los mejores doctores; yo seré esa persona para Azul. Seré la mamá de Azul. Tal vez por esto mi familia me regaló y encomendó a Azul; en sólo dos días pudo hacerme salir de casa y encontrar algo para esforzarme. Debo decir que, aunque aún no convivamos mucho su presencia me da mucha tranquilidad; su mirada temerosa, inocente pero desafiante me recuerda a una voluntad por vivir incesante. Tal vez llegue a ser la mamá de Azul; pero ella es mi maestra en muchos aspectos.
Por otro lado, empecé a limpiar el departamento el día de hoy; no cabe duda porque mi familia estaba tan preocupada. Esto es un tremendo cuchitril; no creo poder terminar incluso después de una semana… estos meses han sido duros, pero yo aún no rechazo a este mundo, aunque él me rechace a mí.
Espero tengas un buen día, te escribo mañana.
Atte:
Maya Morales